ADRIANA ZUBIATE SIGUE LUCHANDO CONTRA EL CÁNCER
Se le ve tan animada que nadie podría
imaginarse que algunos meses atrás Adriana tuvo cáncer. Una enfermedad que
lejos de derrumbarla la fortaleció de manera tal, que su ejemplo de temple y
valor sirvió para que otras personas asumieran su destino como una prueba a
vencer.
Ahora, pasadas ya esas horas de
lucha, sonríe con un arco perfecto en los labios e irradia el brillo de su
presente feliz, como si el destino le hubiera deparado un premio a su
constancia y coraje.
Cuando recuerda esos tiempos no se
siente triste, está más bien orgullosa de sí misma, de haber salido adelante y
estar ahora en una mejor situación, riéndose siempre de la vida, aunque esta
vez, no le faltan motivos para hacerlo. Adriana comenta que mucha gente le dio
la espalda y aunque no le guarda rencor a nadie, sabe que eso le sirvió para
darse cuenta de quiénes eran sus verdaderos amigos.
Hoy, la bella y espigada modelo está
en todas partes, multiplicando su figura en la televisión, entre la conducción
de “Buenos días Perú" y sus pícaros movimientos en “Bailando por un
sueño", está enamorada y nos cuenta que pronto se casará con el actor
Gabriel Calvo, una persona que llegó a ella cuando no todo era felicidad.
Por Martín Acosta González
¿Cuánto tiempo tienes en “Buenos días
Perú"?
Tengo cinco meses en el programa y es una
experiencia totalmente diferente. Es un nuevo estilo de vida, me tengo que
levantar más temprano, y quizá eso sea lo más complicado de mi rutina
Antes de eso estuviste conduciendo
programas de concursos…
Esos programas me encantaban. Eran súperdivertidos, yo
lo consideraba mi anti estrés. Aparte, ese horario me gustaba mucho y la
pasábamos muy bien.
¿Te costó mucho el cambio?
No es que me haya costado mucho. El tema del horario era bastante
importante, pero me he llegado a acostumbrar. Además, tengo a mi lado a Gonzalo
Iwasaki, que es una persona espectacular. Él es un gran periodista, tiene mucha
paciencia, siento que estoy aprendiendo mucho de él.
Momentos difíciles
Han pasado algunos meses desde que te
detectaron cáncer, me imagino que fue complicado para ti, ¿cómo fueron esos
momentos?
A mí me detectaron un tumor el 3 de enero
de 2007 y tres días después ya me estaba sometiendo a una operación de la
mastectomia radical de seno. Como yo siempre fui una persona que practicaba
deportes, constantemente me hacia chequeos y felizmente fue detectado a tiempo.
La imagen que dabas era la de una
mujer fuerte, pero ¿cuán difíciles fueron esos meses?
Fueron
momentos duros, pasé por ocho meses de quimioterapia, que hicieron que me
fortalezca mucho como persona. Imagínate, a los 25 años tuve que pasar por una
experiencia de este tipo, y a partir de ese instante mi vida cambio por
completo. Aprendí a vivir cada segundo de mi existencia, no como el único, sino
como el mejor. Ahora me siento capaz de hacer cualquier cosa, me río de mí
misma. Digo ‘más te quieros’, más ‘te amos’ y aunque soy muy orgullosa, digo
‘más perdóname’. He aprendido el significado verdadero de cada palabra.
¿Se paralizaron tus labores? ¿Cómo
cambio tu vida con esto?
Yo en plena
quimioterapia me iba a animar shows, me ponía una peluca y seguía para
adelante, saltaba, me iba a la playa y nadie sabía que me habían quitado un
seno. Más adelante me coloqué una prótesis y ahora estoy como nueva.
¿En algún momento sentiste que la fortaleza
se te acababa?
La verdad es que no, pero yo soy muy
sensible y a veces cuando iba a visitar gente en el hospital de Neoplásicas,
sentía que se me rompía el corazón al ver a niñitos tan pequeños sufriendo por
el cáncer. No me sentía mal por mí, pero verlos a ellos sufrir me ponía mal.
Sin embargo, nunca me deprimí y hasta ahora no sé qué significa esa palabra.
¿Cómo te animaste a participar en
“Cabellos por la vida"?
Todo nació luego de que
mi gran amigo Marco Antonio me propusiera ser portada de su revista. Yo le dije
que quería salir pero así como estaba, sin un pelo. A partir de ahí lo comenté
y salió a luz el tema de mi enfermedad y mi tratamiento. Antes de eso la gente
no sabía la verdad de las cosas.
¿Participar en esa campaña te cambió
la vida?
Por supuesto, el colocarle a una persona
una peluca hecha de cabellos naturales es una experiencia indescriptible. Las
pacientes sienten una felicidad inmensa. Ver eso te convierte en una persona
privilegiada, te ayuda a querer más la vida y a comprender que se puede hacer sonreír
a mucha gente.
¿Eres consciente que luego de lo
hecho por ti, de la forma en que saliste adelante, te has convertido en un
ejemplo de coraje?
Nunca fue esa mi idea, pero gracias
a Dios, la gente se contagió de mi fuerza y ahora me agradecen por el testimonio
de vida que he dado. Algo que les hizo asumir la enfermedad y aceptar su
estado, para luego salir adelante. El único consejo que les doy a las personas
es que se chequeen a tiempo y que si uno tiene las ganas de salir adelante todo
irá bien.
¿Cierto sector de la prensa te hizo
daño?
Sí, hubo medios que no sabían nada de mí y
se tejían especulaciones en cuanto a mi enfermedad. No había un dato real y en
base a suposiciones y mentiras publicaban titulares como que yo estaba al borde
de la muerte. Es más, ni siquiera sabían dónde me atendía. Aunque siempre traté
de mostrarme bien, como si no pasara nada, por dentro llevaba la rabia de
decirle a esa gente, ¿qué te pasa? ¿Por qué hablas eso de mí?.
¿Mucha gente te decepcionó?
La verdad es que sí, muchas personas estuvieron conmigo por muchos años y
parecía que cuando yo estaba bien, ellos también me acompañaban. Sin embargo,
cuando me sucedió esto, cuando las cosas se pusieron feas, me decepcionaron, se
alejaron de mí. Quizás por miedo, por no saber afrontarlo o simplemente por no
saber qué hacer.
¿Quiénes te ayudaron durante ese
tiempo?
Mi familia. Mi madre que es mi pilar, es
mi columna vertebral, es el ejemplo maravilloso de mujer. Mi papá también
estuvo cerca a mí y por supuesto mis cuatro hermanos estuvieron pendientes de
mí, apoyándome en todo instante. Además creo que siempre supe escoger a mis
amistades tengo cinco grandes amigos a mi alrededor y a un hombre espectacular
que es Gabriel (Calvo).
Él apareció en tu vida en un momento
justo…
Él apareció en mi vida cuando aún yo no
terminaba la quimioterapia, estaba en la quinta sesión. Él me conoció sin pelo,
sin cejas, sin pestañas y desde ahí se ha convertido en mi brazo derecho. Él se
enamoró así de mí, supo dónde, cuándo y por qué tenía que estar ahí, en
comparación a otras personas que me fallaron.
¿Tienes planes de casarte?
Acabamos de cumplir un año de relación, vivimos juntos cerca de ocho
meses, nos íbamos a casar hace unos meses en Hawái, pero se me presentó la
oportunidad de conducir “Buenos días Perú". Pero este año de todas maneras
nos casamos, seguramente fuera de Lima. Será algo muy íntimo, no me gustaría
que esté gente que nunca estuvo en los momentos complicados y Gabriel piensa lo
mismo.
Ángel de un sueño
Ahora estás en “Bailando por un
sueño". Quizás nadie sabía que eras tan buena bailarina…
Es una experiencia totalmente diferente. Este año decidí afrontarlo de
otra forma. A mí me encanta bailar, pero hacerlo respetando una coreografía
necesita de mucho empeño y mucha constancia.
¿Te gustó la idea desde un principio?
Me fascinó. Conocí el caso de Alan (su pareja de baile y soñador) e
inmediatamente acepté a ojos cerrados. Me conmovió mucho su historia. Pero
cuando reaccioné después de haber dicho que sí, dije ¿en qué me he metido?. Y
ahora luego de ensayar y conocer bien a Alan, no me arrepiento de nada y me
siento muy cómoda con él.
¿ Cuál es el sueño que estás ayudando
a realizar?
Cada participante tiene algo que lo
identifica con el soñador, y en este caso la madre de Alan sufre de cáncer. Él
baila para salvarla y yo me esforzaré para que lo logre. Muy aparte del
programa, me he comprometido a ayudarlos en todo lo que pueda para contactar a
su mamá con los mejores especialistas.
¿Dentro del programa todos son tan
amigos como parecen?
Nos hemos conocido
mucho. Cada uno de los participantes es mejor que el otro, son extraordinarias
personas. Creo que el grupo que se ha unido es sensacional y para la segunda
temporada será muy complicado que se pueda superar esta primera edición.
¿Qué opinión tienes de la parodia que
hizo Magaly Medina?
No tuve oportunidad de verla, pero
ella misma lo dice: es una parodia y se burla ¿no?. Ella hace su trabajo y me
parece perfecto que lo haga. Aunque mucha gente se sienta afectada con esto, yo
me río, por que a estas alturas no hay nada que me afecte. Inclusive me
divierte ver que hay artistas a los que también les gusta salir en pantallas,
pero aún así no tendría por qué condenar a nadie.
¿Qué tal la experiencia de trabajar
con Gisela?
Es una señora por donde se le mire. Ella
ha sabido salir adelante de donde mucha gente se ha quedado estancada. Es una
persona muy humilde y ahora está arrasando con el ráting. Cada sábado tiene una
sintonía espectacular con personas por las que muchos no apostarían.
¿En qué otros proyectos estás
involucrada?
Estoy con la fundación de “Cabellos por la
vida‿, que queremos
hacerla ONG. Tengo una productora de eventos, una agencia de modelos y reabriré
mi escuela de modelos. Luego, con Gabriel tenemos un restaurante.
¿Cómo te das tiempo para hacer todo?
Eso es lo mismo que yo me pregunto. Le pongo la mayor de las ganas a cada
uno de mis proyectos y creo que ahí radica mi fuerza y las ganas de salir
adelante.
COMENTARIOS
7.08.08
Adriana, quien se sometió a ocho
sesiones de quimioterapia, dijo que no fue difícil desprenderse de su rizada
cabellera. "Un día dije ‘chanfle, se me está cayendo el pelo’. Así que
decidí cortármelo y, miren pues, con ese look es que me prefieren".
Con esa misma coquetería y actitud
con la que enfrentó la enfermedad agrega: "Ahora no suelo llorar porque se
me corre el maquillaje y se sale la base. Además nunca más usaré sostén,
llevaré un polo blanco y ya pues, a ver qué pasa".
"No he cambiado los planes que
siempre he tenido para mi vida, pero ahora disfruto más, por ejemplo, al 1000%
el basquet. Es mi vicio", menciona esta deportista nata de 25 años.
"El cáncer es una enfermedad del
alma, todos tenemos células malignas, seguro en algún momento hice click y las
desperté. La lección que saco de todo esto es que vivo lo mejor que puedo, si
tengo ganas de bailar un domingo, lo hago".
Con la misma sonrisa no quiere
revelar si su corazón tiene dueño. "Puede ser que esté por allí, puede que
no, puede que ya lo conozca... Mi corazón sigue latiendo porque estoy feliz de
la vida. Tengo una familia y seis amigos incondicionales", señala mientras
la reportera suelta como incógnita el nombre del actor Gabriel Calvo como su
nuevo amor.
Adriana se muestra feliz, dice que el
mal rato pasó. "Nada ni nadie me vencerá. Ni el cáncer ni piscis ni leo ni
tauro podrán conmigo", vuelve a bromear, convertida en, quizá, el
verdadero ejemplo de que el cáncer tiene cura, siempre y cuando se detecte a
tiempo.
Las pasarelas ya la esperan y ella se
alista a emprender, cada día, el nuevo resto de su vida.
Si bien al inicio de su tratamiento
Adriana se negó a dar detalles sobre su estado de salud, hoy abunda en palabras
de aliento para quienes encaren problemas similares, con energía y fe.